¿Qué es el hielo en escamas?
Si bien en principio podría pensarse que la forma afecta poco, ésta ofrece ventajas en los procesos industriales, dada su larga durabilidad, la posibilidad de abarcar una mayor superficie con menos producto y, sobre todo, un sistema que trabaja de forma continua y automática.
Pues sí, el hielo en escamas se ha convertido en uno de los tipos de hielo más utilizados, debido principalmente a su durabilidad y al tiempo de fabricación que requiere.
Y aunque parezca una diferencia insignificante, este tipo de hielo ofrece ventajas en la conservación de productos perecederos en comparación con otros tipos.
La clave está en que los trozos de hielo en escamas ejercen un efecto de enfriamiento más rápido; por tanto, su utilización es más conveniente, sobre todo en la conservación de alimentos y refrigeración de grandes instalaciones.
Las características del hielo en escamas
Es un hielo híbrido que está troceado, subenfriado y seco, cuyo proceso provoca que el agua pase por debajo del punto de congelación.
En condiciones normales, está a 0 °C, pero en este proceso baja hasta -7 °C, lo cual hace que sea un hielo con mejores propiedades de transferencia de calor.
Además, su tamaño, entre 5 y 10 centímetros cuadrados y de 1.5 a 3 mm de espesor, brinda la ventaja de cubrir una mayor superficie, logrando un mejor contacto con el producto que se va a enfriar, por sus características inherentes, para el enfriamiento y la conservación de perecederos, conviene utilizar el hielo en escamas.